Sensaciones desamparantes

Bienvenido a mi mundo pintado de triteza,
no hay sitio para más dolor en este recipiente
El océano asustado de mi mente me zarandea con rudeza
Mientras pierdo la esperanza poco a poco de sentirme diferente.

Como un rayo mis pensamientos pasan como una flecha,
y es extraño más me siento complacido,
pues solo si estoy hundido,
me alejo de todo pensamiento de dañino que el destino me propicia con su mecha

Mi pasado estuvo lleno de gente que me odiaba sin motivo,
me ponían la zancadilla cada vez que me levantaba,
yo no quería rendirme, pero otra opción no me dejaban
Desolado y perdido, me pregunto, ¿Si muriera ahora mismo, caería en el olvido?

El misterio del internado

Esta era una chica de California que iba a un internado llamado mar Cantábrico. Era un colegio 
con amplios jardines rojos  y el edificio parecía viejo y con su aspecto tenebroso y payaso.
El lugar , a simple vista, tenía un cementerio de fondo de mirada . Las habitaciones eran individuales por un edificio , los chicos corrían por el pasillo a todas horas y no dejaban ni se escuchaba el silencio. Un viejo apareció de la nada y al mismo tiempo se fue como si nada.
La chica californiana se acercó a un armario negro con polvo , con un antiguo reloj medio funcionando que parecía roto. Y el tiempo a su alrededor se paró.

Estar o no estar ¿Cuál es la diferencia?

Me sentía extraño, como ausente, mi mente estaba obnubilada, me sentía diferente a mi estado anterior, ahora me encontraba como flotando, era una sensación de estancia en mi, pero al mismo tiempo, ausencia.
No me quedaba ni rastro de la caída.
¿Habría funcionado? o acaso seguiría vivo.
Y si no es así, dónde me encontraba...

Autor: Adrián Amigo